miércoles, 7 de mayo de 2014

V de motor HD (Parte VI)

Bien podría ser éste el final del relato, ojalá que no lo sea.
Aventuras quedan mil, de hecho, para eso es este bicho, yo iré contando las que a mi me parezcan más importantes, no es que las demás no las sean, ultimamente, cada vez que la enciendo, cada vez que ruge, se me va acomodando la idea de que es mia, y a su vez, asentando la realidad de que, voy montando mi sueño. Y eso es algo que no todos pueden hacer. Hasta que no me late furioso el corazón, no me doy cuenta de ello. Como para todo, es una cuestión de tiempo, el mismo que se escurre a cada golpe que voy dando a este teclado.
Entre las anécdotas más destacadas estan:
*El día que la saqué del taller (que ya lo conté)
*La noche, una de las primeras y de hecho a día de hoy (estamos en Mayo) la única, en que mi valiente amigo Mati se subió, y juntos fuimos más o menos hasta Barberá, ida y vuelta, sin idea de como era una carretera, esos son huevos, eso es fé, eso es amistad.
*La tarde en la que mi bella novia se subió y juntos fuimos a por nuestros enseres necesarios para montarla más y más seguros. Que es anécdota por ser su primera vez, y por el odio que le dió que todos nos miraran, por la paciencia que me tuvo a la hora de meter los cambios (muy novato, y la ciudad tiene too many semáforos, it's too much!), por el agobio que sintió en la postura, tanto fue el drama que al sacarse el casco emitió un suspiro de alivio.
*El primer viaje "largo", Mollet el destino, y la sorpresa fue, llegar tan bien, podría haber aparecido, por cualquier otra población, pero no, llegamos a la señalada. Hubo dos inconvenientes, la salida de la ruta, iba tan tranquilo a 120 km por hora y de repente, no me dí cuenta, no bajé las marchas, y me ví en una curva bastante cerrada, que tendría que haber cogido a 40, a mucho más, con un sonido horrible a cafetera descompuesta, fruto de no ir en la adecuada y de, por miedo a que se me libere mucho el motor, no tocar el embriague. Por el resto, de fabula, hasta me sentí ese personaje de la peli "Bienvenido Mr. Marshall" pero en vez de en el arribo, en la despedida. Mi uncle Charles abajo, con nosotros, afotandose, el resto con pañuelos desde lo alto del ático, coros y demás (puede que enta última parte exagere un poco).
 *Otro gran viaje fue el que realicé con Pepo, coincidió que andaba por aca con que Mati jugará en Tarragona. Yo necesitaba practicar, y mientras lo haga más gente, mejor. Cada persona es distinta, eso lo sabemos todos, pero además, cada persona actua de manera diversa a la hora de ser "copiloto".
Planeé el recorrido asesorado por las guías on-line más un poco de intuición. Sabía lo que no quería: curvas.
Asi que quedamos temprano, tipo 10hs., el partido comenzaba 11.45hs.
Todo el recorrido joya, los túneles, por los que hay que pagar, son magníficos, eso si, con este motor, al tercero, quedas un tanto sordo.
Los carteles ya indicaban Tarragona, pero realmente no ibamos ahí, el campo quedaba en Torreforta, que por mapas se ve super bien, pero montado ya es otra historia. 
La ida se había comido casi 15 euros entre peajes y túneles, y 10 más ni bien llegar, de gasolina.
La carretera nos iba llevando hacia el mar, pero a lo lejos se veían otras barreras. Otro peaje más? Nooo! La entrada al puerto. Pfff que agobio, y encima hacía un rato que nos habían dado las 11. Giro en U, primera salida a la vista, necesidad morbosa de llegar a una gasolinera. Encontramos una, desierta, automática, self-service, todos los días se aprende algo nuevo, pero hay días que parecen lecciones continuas. En la estación de servicio preguntamos (que es el mejor GPS que han inventado) por donde quedaba la cancha, oh casualidad, era a menos de 5 km.!
La vuelta tuvo el mismo coste pero más relajados, y con una victoria importante en el bolsillo.
*Uno de los últimos fue a Girona, precisamente a Santa Coloma de Farners, donde vive mi tío. Fue una corajda, era semana santa y el finde no pintaba bien, en realidad, el jueves y el viernes habiamos disfrutado del mar, pero justo el sábado que decidimos quedar para comer unos cortes argentinos al horno, se pone feo, con bastante viento. Nos armamos de valor y salimos. Quienes? Ella, mi princesita y yo.
Era su primer viaje "largo", así que era muy importante su opinión, en eso se basarían futuros y alocados trayectos. La ida fue una maravilla, buena velocidad, un solo error en una salida hacia una carretera menor, dimos en el clavo con el pueblo y con la casa. La carne llego fría. Todo ok.
La vuelta. La gente es muy imbecil, no me voy a explayar en este sentido, pero todo aquel que haya conducido lo puede afirmar, cuando las personas toman la ruta se vuelven tontos. Ya son tontos de por si entre ellos (coches con coches), pues con motos en la calzada lo son más. No respetan las distancias prudenciales, cuando terminan de pasar y se ponen delante de uno no dejan un margen, eso hace que uno tenga que reducir, bue, un caos. Para colmo la nena no viajo cómoda, y al parecer, le cayó mal la comida. Todo un desproposito. He de apuntar a dos cosas, un intercomunicador y un respaldo para el acompañante, solo esas dos pequeñeces pueden agrandar las satisfacciones.
*Y para concluir, no se trata de un viaje, sino que se trata de una salida, desde que nos mudamos no acierto muy bien a nuestra nueva hubicación. Al principio salía del trabajo dirección el departamento que acababamos de dejar. Pero luego, y esto es más grave, cada vez que quiero salir de la Ronda Litoral, me hago un lío padre en el nudo de la Trinitat. Cuando tenga la oportunidad les pondré ese trocito del mapa para que lo vean. Un día aparecí por Mollet! Si, no acerté a la salida, luego no acerté a la carretera y terminé por autopista, pagando peaje para poder dar la vuelta hacia casa. Hace nada, habiendo aprendido la lección, y ya sabiendo salir, un coche no me dió lugar, me quedé entre entrar un poco forzado y no, y ganó el no. Otra vez rumbo a Mollet, por suerte, pasando Montcada pude dar la vuelta.

No hay día que no deje de aprender, y repito, no hay día que no me sienta feliz de cumplir mi sueño.