viernes, 2 de julio de 2021

Feliz-Edad / Feliz-Edades

 


 

Desde hace un tiempo largo, en realidad todo empieza a ser desde hace un tiempo largo, que nos saludamos así, entre nosotros, y probablemente lo prolonguemos a los más queridos (cumpas, primos y otras yuntas). Digo que no desde siempre porque tengo pruebas, que como buen detective, siempre hay que tener y como buen ladrón, que no falte una coartada.

En tu caso me puse a repasar este tema y ya tienes varias y felices, yo te voy a enumerar un par que encontré, pero posiblemente, siendo Ud. el protagonista, quizás sepa de más:

*De bebé, regalando sonrisas sin saberlo, contagiando alegría sin quererlo, con poca memoria de aquellos días, más nutrientes que imágenes. Escenas que seguramente el subconsciente guarde bajo llave para cada tanto sacar algo a relucir, lo sepamos o no.

*Niñez, captando algo más todo, viendo que al rededor había unos parecidos con los que se repartía el amor de los viejos, vamos a llamarles hermanos, aunque muchas veces hacen de amigos, y otras tantas de antagonistas, pero son ahora, un bien en extinción.

*de pendex, o purrete en tu época, ya callejeando, cuidando la economía en clave no arruinar los ropajes remendados, ni los zapatos de domingo, pero con el bate y las aventuras, con las bicis y las fronteras que se ampliaban a otros barrios, de la misma forma que las horas del día se te quedaban cortas y  más de una vez habrás sentido las no tan pequeñas orejas (que hoy heredo) calcinarse ante el resoplo de tu madre al no haber cumplido el toque de queda. Hoy palabra de moda.

*Joven, flequillo, musas, inspiración en el aire y en el humo, la vida brilla más que nunca, los colores hoy lejanos tenían la furia de una tela que nunca se expuso al sol.

*Viene la colimba, el obedecer sin querer, el no estar de acuerdo  con determinadas instituciones, Florinda, los guiños para hacer más fácil la estadía, y volver, peinado distinto, pero con el pecho inflado de que se quemó otra etapa.

*Vienen la rejas y los libros, culturizarse de la misma forma que lo hace un vaso de leche y un plato de alubias, alimentando, no tanto la barriga para darle forma a los músculos, sino el alma para fortalecer la cabeza.

*Pizza Astral, entra Mariel en escena. Un bulín, libertad bajo fianza, y la gesta de un destino que cambiaría para siempre la historia.

*España sin mí. Este capítulo es privado, lo dejo para vos, yo puedo tener retazos de aventuras que el tío Carlitos pudo haberme prestado, otros tantos de mamá, que cuando estaba allá pudo contarme, pero que estando acá, casi hace que los toque.

*Barcelona conmigo, hoy vivo con Gael la belleza de la vida, la primavera de todas las cosas cuando el mundo vive en invierno, y me hago un poco a la idea de la tuya "Aquesta primavera es la meva", esfuerzos, miedos y demás, hoy, yo te lo agradezco.

*Argentina conmigo, casa de la Florida, los rostros de todas aquellas personas que por más de 8 años no habías visto se volvían a dibujar, aunque sobre uno, la goma fue implacable y lo empezó a borrar, dándonos el changüi de verlo en tu caso, de conocerlo y comerle los flanes en el mío. El olor de aquellas tortafritas me llena los ojos de lágrimas de solo acordarme. La pucha que jodido quedarse sin un abuelo tan pronto. Argentina sale campeón, había familia grande, de navidades y mesas engalanadas, de tocadiscos y plenitud.

*Había. Pero llega Mara para empezar a completar los huecos que se van formando en las familias, lleno esos y los que iban a venir. Quizás no pueda llenar el del tío Humberto, pero seguro que ayudó a pasar el amargo trago a la abuela que ya tenía más presencia por nuestro barrio. Conozco la muerte, por suerte estabas de guardia por las noches.

*Argentina sin mí ni má, fueron meses para esta última, para este que te escribe el viaje nunca terminó, solo empezó. Vuestra unión ya agrietada se terminaba de desgastar. Me faltan fotos de aquella chica de 14 años en zoológico, y la abuela rellenando nuestros espacios. Hasta el infinito y más allá.

*Barcelona conmigo, capítulo 2. Fue lo que fue. Hoy tengo gratos recuerdos de muchas peripecias para vernos bien, mientras que quizas por dentro no lo estábamos tanto, y eso terminó por no saber barajarnos mutuamente, pero de los momentos con sol argentino como las fiestas y las niñas, estuvieron magníficos, nuestras soledades siguieron siendo ellas, pero acompañadas de unos mates o facturas.

*Argentina, sin mí (vamos a dejar esto ya como una constante) ni la abu. Imagino algo gris, pero con nuevas cosas gestándose que pintaban arcoíris dentro de tu paraguas, conoces la guita por fin, y la vida nos da esa lección maravillosa de que a veces, no sirve para nada.

*Pero ayuda, como también ayuda ver un pimpollo crecer, y así surgió un amor, a esa edad, y con ese trágico final, pero flotabas hasta el palazo por la espalda, y ese es el mejor recuerdo que te podés llevar, el de volverte a enamorar, distinto a otros amores, pero aumentando el cardio como una cinta de correr.

*Te roban, ya no la guita, sino la moral, y el magnífico romance que tenés por aquel país se trastabilla.

*Las visiones de tus despertares ya son a más altura, un departamento saneado hace de cueva, de refugio, de estudio, de gimnasio, de cine y hasta de consultorio, aunque eso de convertir los pisos en consultorios ya viene de lejos. Cae el COVID como un aguacero, suerte de los techos, de la salud económica y de la mental. Hoy, todos podemos contarla, pero no bajemos los brazos que falta un cacho. De María (je!)

*Sos abuelo, en la distancia y aún sin tacto, pero intacto. Se cuentan las jornadas ante ese encuentro, pero celebremos hoy que tenemos la excusa de las edades por el nacimiento de esta nueva, y llena de ganas de mirarte a la cara y encontrar sus ojos en los tuyos.

Gestemos la próxima, hasta entonces, te quiero, con la nostalgia intacta, y el amor en deuda a fuego.