jueves, 3 de abril de 2014

Multa seguro (Parte IV)

Me la llevé asi, hasta la primera sanción me la banco, luego, mecánico y a cambiar los escapes, o sea, algo menos de lo que poder usufructuar, porque no sé si les dije que con todos los repuestos que me han sobrado es muy probable que me aficione a las webs de segunda mano. Ya les contaré sobre lo que logro colocar y no, en el futuro.
Bajó el alto bordillo, fiero y pesado metal, Jan miraba con una sonrisita placentera y cachonda, yo, cagado hasta el higadillo.
Nunca en mi vida, por iniciativa propia, había cogido las rondas, menos desde el centro. O bien en coche de otros, o bien como zombie con el profe de la autoescuela, o bien, un tramo, por error, con el ciclomotor.
Este día tampoco sería el que yo lo logrará. Fui metiendo los cambios de mala manera hasta la Avenida Diagonal, allí, puta idea, me metí, como solía hacer con la "chiquita" (50cc.), por el lateral. Reitero: puta idea. Mi carril no avanzada, yo no estaba ducho para pasar entre coches, la escafandra, por adjetivar a mi casco, no me dejaba ver nada del vaho que emanaba mi transpiración y respiración. Eso sí, frio no sufrí, el motor era una caldera, y creo que la razón era que no podía pasar de segunda o me pasaba mucho rato andando con el embriague apretado. Un desastre. Una celebración fue cuando llegué a casa.
No tenía parking privado alquilado, estaba buscando, faltaban 3 días para fin de mes, pensé que 2 noches fuera no le harían nada. Pero estaba equivocado.

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