El protagonista del texto
anterior, mi amigo de la infancia y de la vida, no se los dije pero es medio
despistado. No es que sea esa la palabra correcta, intentaré explicarlo con un
ejemplo: tú le hablas, pero pasan un tema en la radio que le gusta y, quizás,
su cabeza se pone a pensar en esas notas, por tanto, todo tu relato va a la
basura o has de hacer “copy/paste”. Con este tema, este último mes, nos reímos
mucho.
Hace un par de meses que
indago más con el tema de mi negro corcel mecánico, he ido buscando grupos por
internet, voy viendo recambios en distintas aplicaciones, visité talleres para
conocer el nivel de daño al bolsillo que recibiré de cara a la inspección de la
ITV, fuimos a un concierto en el garito de un club de moteros, etc. Y como ya
les había contado en otra ocasión, soy muy novato, muy pardillo, por tanto, me
interesaba (y en presente también) interactuar con gente que ya lleve Harley
para que me desvelen sus truquitos. Hay un grupo, parecen todos muy sanotes,
que sale cada sábado, desde que los empecé a seguir, por rutas catalanas.
Siempre que investigo
para donde van me encuentro que son bellos parajes. Mis ganas se encienden automáticamente.
No encontraba el hueco,
el momento o el día para incorporarme. O iban a rutas con muchas curvas o
llovía o simplemente yo tenía otros planes.
Con la excusa de la
partida de mi amigo, y mi notorio bajón. Decidí salir a rodar con ellos el sábado
pasado.
Me lo tomé como un
profesional. Me acosté (relativamente) temprano el viernes, me levante 7.30hs.,
me hice un café con leche, un par de tostadas con dulce de leche. De la nevera
saqué un botellín de agua.
Recuento: Casco, ok.
Chaqueta de protección, ok. Llaves (3 juegos), ok ok ok. Pantalón cómodo, ok.
Camiseta para sudar, ok. Gafas sol / gafas normales, ok. Búsqueda del lugar de
encuentro, ok, salida 15 Ronda de Dalt. Horario de la cita, 8.30hs. Hora
actual, 7.48hs. Vamos bien. Un besote a mi novia, un guiño a la gata, cierro la
puerta.
Pocos por la ronda, más
motos que coches. Llego perfecto, 8.05hs.
Vi un par de moteros,
pero de tipo CBR y les pregunté por la gasolinera más cercana, que estaba al
cruzar la ronda, por abajo. Lleno el deposito, ahora le toca el turno al
dependiente de la estación: donde queda la Caixa (cajero) más cercana? Ni
zorra.
Vuelvo al punto de
encuentro. 8.15hs.
Veo un vecino madrugador,
le indago con la misma pregunta, a 300 metros había una. 8.20hs.
No escucho una sola
Harley, pensaba escuchar muchas, es la tercera vuelta que doy al Corte Inglés y
me empiezo a preocupar.
8.30hs. le mando un
mensaje por Facebook al organizador, ni bola. Pienso, lógico, no esperan a
nadie, deben estar hablando o a punto de salir. Me entra la desesperación.
Pregunto en el grupo donde queda realmente el punto de encuentro que no los
veo. Cero respuestas.
Miro el móvil, nada, miro
el recorrido, ya derrotado, 8.40hs. y noto que solo hay un camino al comienzo
del viaje. Decido hacer tripa y corazón, si acelero un poco los alcanzo, si no
es por la carretera principal, por la siguiente que es un poco más pequeña. Un
grupo así se debe destacar sonora y visualmente.
Llego hasta Manresa y ni
rastro. Por lo menos disfruté del paisaje de Montserrat que es muy lindo. Veo
el móvil, me mandan la foto del bar donde suelen quedar, les digo que no los
vi, y les pregunto si ya andan por Solsona. Cric cric.
Sigo ruta, me respaldo
nuevamente en el GPS de mi celular y gas.
Llego a Solsona. Nada por
aquí nada por allá. Mensajes nulos. Miro otra vez el mapa, no cabe duda, los
engancho en el próximo tramo que es muy angosto.
Comienzan unas curvitas
interesantes, pero por suerte poca gente a la cola. Cuando ya voy por la mitad
de los 10 minutos que decía el artefacto que me faltaba para llegar a destino,
se enciende la puta lucecita odiosa del surtidor de gasolina. Paro. Pienso y
luego acelero. El destino es un lago o un embalse, por lo que se ve en el
plano, no hay indicio de gasolinera. Si voy y no los encuentro, nadie me da a
dejar un litro de nafta para volver. Nota mental: la próxima vez traer un litro
aparte. Vuelvo, no le veo mejor solución.
Giro prohibido en U y
para Solsona, again.
Repsol me atiende
cordialmente, por supuesto, desde que tengo el bicho, ellos saben que seré un
parroquiano más en sus establecimientos. Miro el móvil. No dicen nada. Pienso:
deben estar tragándose terribles torradas con butifarras y esas cositas
deliciosas. Me calzo los guantes y pongo la brújula otra vez hacia Sant Llorenç
de Morunys.
Ahora veo las curvas un
poquito más fácil, la práctica hace al maestro.
Diviso un parador, no hay
HD. Sigo, ante mí una presa impactante, con agua verdosa-azulada lamiendo su
piel de cemento. El día es esplendido, el sitio es para pasar una semana entera
de relax, pero en el siguiente restaurant tampoco están la re putísima madre
que los parió.
Traspaso todo el lago o
lo que fuera aquello, paso por dos o tres túneles, uno sin luz, gracias por el
susto Sr. Alcalde. Más lago, otro bar, cero hermanos, un punto de avistamiento.
Freno. Tomo agua. Me relajo. Me pongo en pie. Estiro la espalda que a esa
altura ya me va pidiendo clemencia. Saco 3 fotos, ni una más. Miro el
telefonito por última vez. Me dan ganas de comentar el paisaje con alguien. Me
pongo el casco y me monto. Voy a la aplicación que me trajo hasta acá y miro
las posibilidades de vuelta, o recorrido inverso o ir por Berga. Parece lindo
lo que se ve de frente. Voy por ahí.
Comienzo a subir, maldito
GPS porque no viene en 3D, las curvas comienzan a multiplicarse por veinte, la
altura crece, mi cabeza no se relaja, segunda, embriague, tercera, freno
trasero, suave con el delantero, segunda embriague, y así. A mi vera, gente
feliz, cogiendo bolets, disfrutando en familia, observando los pequeños ríos
adyacentes. De frente, los loquitos, los moteros veloces, los que disfrutan con
las curvas, con derrapar, los que celebran si su mono de piel termina gastado
en las rodillas, si las ruedas se gastan por los costados. Menos mal que vienen
de frente, de atrás sería un suplicio.
Paciencia, ya faltará
menos para un cartelito, una calle llana, recta. Aprendí que en la sombra de la
calzada se oculta el terrible hielo. Aprendí que no se puede mirar por la
ventanilla.
Una intersección, Manresa
C-55. Vamos! Otro, Terrassa C-58. Vamos la acade! Barcelona, Tarragona y
Valenciona! Vamos!
Un poco de caravana por
Gironela, no pasa nada, raso, plano, gente, Harleys. Ya falta menos. Entro por
donde siempre quiero entrar, por Meridiana. Gané. Aunque no los haya
encontrado, gané. Lo hice todo solo y bien.
Sudado, despeinado, entro
a casa, empiezo a contar la peripecia, la comida está servida, me ducho en un santiamén,
todo estaba muy delicioso. Ahora sofing y pelis. Lógico, después del postre,
manos al móvil. Quería ver las fotos del grupo.
Voy al evento creado. Y…
Miro bien, pero bien
bien, y la fecha de la quedada era el sábado 18/10/14, o sea, mañana. Me quise
cortar un huevo, y darle el otro a la gata para que siga evolucionando en su
carrera futbolística.
Que leche! Que sal! Que tonto!
Que Pachi!
Pachi es el nombre de mi
amigo que se fue, y me dejó su virus por acá, nunca me había distraído tanto,
nunca tuve un error tan grosero. Al fin me humanicé. Gracias.
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