Como te
decía, diría el psicótico, pero aunque me haya inventado una nueva forma de
empezar una carta, también sirve para gestionar el pasado, hacer un ejercicio
de memoria y ver que se hablaba en aquel entonces, pero sobre todo lo más
importante, el decir, de comunicación.
A todo esto,
la verdad es que no sé que hablábamos ni por qué empecé así, pero para romper
el hielo, como el calor de la zona, sirvió.
Anoche, y no
es joda, se ve que te metiste en mi bocho (si, de nuevo). No suelo recordar los
sueños, o a veces sí, si el detonador del despertador rompe mi paz muy
temprano, y puedo sostener aún algún hilo de esa alfombra mágica que está por
desvanecerse.
Este último
fue muy liquido, muy HD diría un vendedor de televisores, muy ácido diría un
falopero. Viste cuando estás en éxtasis o LSD? Pues parecido de real, pero no deforme.
Me acuerdo
de todo esto sin todo el nudo de la historia, el final ha sido lo más
significativo ya que me levanté llorando, o más bien, me obligué a despertarme,
es interesante el mundo de los sueños y como funciona.
La cosa iba
de geriátricos, y vos. Pero no mal ni decrépito, bien, como ahora, pero en vez
de irte a dormir a un depto. haciéndote el pendejo, te metías en un asilo o
parking de viejas glorias (esto me recuerda que hoy es día dos y tengo que
garpar el espacio de la "nena"). Tampoco lloré por vos, ya sabes que
soy bastante duro, al pedo, pero me gusta bancarme el dolor, aunque por dentro
uno sufra (tal cual los tatuajes). La cosa es que me apoyaba en tus hombros. ¿Cómo
se dice aquella palabra reconfortante? ¿Aquella de cuando te prestan el hombro
para llorar? bue, no me sale. Y ahí te confesaba que estaba cansado y que
quería que todo termine.
Eso me
descolocó por completo no hablaba de vos, hablaba con vos. Y de mí.
Al parecer
hay algo en mí que se agota sin darme cuenta.
y llevo toda
la mañana dándole vueltas al qué de la cuestión.
Será la
enorme cantidad de cumpleaños ausentes?
Bodas,
nacimientos, fechas patrias, descensos, campeonatos, clásicos, navidades, años
nuevos, vacaciones, cafés, mates, facturas, fideos, asados, playa, río marrón,
celeste cielo, verde plaza, Mara, amigos, perros, tortugas, gatos, pájaros por
la mañana, grillos por la noche, cucarachas, arañas, humedad, libros, pelis,
cine, teatro, conciertos, Mamá, tortas, fritas, milas, panqueques, dulce de
leche, dulce de batata, o de mamón, boxeo, calzoncillos, pipas, y vos, la
abuela y todos los fantasmas, la ropa secándose al sol, los escalones de la
terraza, las tapitas en los ojos, y los chinchulines crujiendo al sol, la
parrilla inacabada, los 29 con ñoquis, la escoba de 15, el club de los 27 y
ahora 72. Las carreras, las facultades, los colectivos, y la comodidad de nunca
mudarnos. El diario de los jueves, la miseria compartida y la alegría de
sabernos bien, sanos y salvos.
¿Vos crees
que algo de todo esto tiene hilo de costurera conductor? ¿O me pongo el gorro
de Tomás, me clavo otro Fernet, me lío otro… bien verde y sigo respirando, en
mi elección, que pasó a ser mi vida?
¿Vos como
andas?
Yo bien,
sigo viajando a la que puedo, me faltan un alfil y una torre, pero tenemos dos
gatos, un pez-reptil y muchas plantas, un caballo ganador que se llama Mati, y
una reina.
Le meto al
gimnasio a la que me veo con ganas, leo cada vez menos pero leo, veo más series
que pelis, pero veo más pelis que tele, me subo a la moto todos los días, y
cuando la arranco me doy cuenta que los sueños se pueden cumplir. Que te voy a
decir a vos que hiciste la carrera que quisiste, y de yapa te salió una
parejita de locos, yo te escribo y Mara te acompaña.
Te saludo
como los vikingos augurando una buena y nueva batalla. Que los dioses nos unan
en un Valhala terrenal y que Odín nos sepa parar el tiempo que pasemos juntos.
Thor que siga haciendo quilombo como Pablito.
Un abrazo
certero y profundo en este tu día.
Te quiero.
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