martes, 24 de diciembre de 2019

24

Estaba viendo ese programa que va de juguetes de nuestra infancia, si, un día como el de hoy.
El capítulo iba de las Tortugas Ninjas, si habremos pasado rato jugando, si habremos pasado rato ju-gan-do... cosa que ya no se hace como antes. A mí me dicen Tortugas Ninjas, y mi cerebro se va a Rafael, que era la mía, a Leonardo que le gustaba a Pachi y a Donatello, que se lo dejamos a Rami, aunque él tuviera mi Rafael, aunque alguno tenía a Miguel Ángel también. Mi cabeza se va a tantos sitios, desde la alfombra de la habitación de Claudia (madre de Rama), al "conector" de ellos, del quincho de Pachi a sus perros. A nuestras terrazas o veredas. La verdad que la cabeza se me va a la infancia, y la nuestra fue muy buena.
Hoy es navidad, ya sé que hoy no es navidad, hoy es "noche buena", pero para mí el 24 es navidad. es el día que salís a la vereda antes de las 12 a tirar petardos con tu viejo mientras la magia se cocina dentro. Casualmente pasa Papá Noel y te deja regalos, recuerdo navidades por los juguetes.
Las de Rambo, las de Gi-Joe, las de Locademía de Policía, la de los Tentes o las primeras de los Playmobils.
El 25 es navidad, pero para mí era el día de estrenar regalos, de juntarnos con los chicos y generar universos nuevos. Y aunque probablemente nunca tuve el mejor regalo, llámese avión de Gi-Joe (se pronuncia: yiraiyou), nave espacial de Playmobil, cubil felino de Thundercats o la prisión selvática de Rambo, siempre tuve algún juguete que pudiera pertenecer a esos mundos, y pude jugar, y fui feliz de que mis amigos los tuvieran porque así los podríamos usar.
El 26 es el comodín del Rama, es su cumple, ahí tenía la oportunidad de redoblar su botín.
Hoy es 24 de un año más que no estoy ni con mis amigos ni con mi familia, pero aún así, sigo siendo feliz, porque ellos son mis regalos, y sé que pronto podré verlos.
Este ha sido un año loco como los demás, me gusta a esta altura hacer un vistazo en retrospectiva, y no hubo año que no me sorprendiera de como empieza y como termina.
El pasado lo acababa mareado y no de borrachera, brindando por Madrid con esa familia hermosa que nos permite ser parte de ellos, Manolo y Verena, y la hermosa ardillita (Sara).
Ya en enero quedaba el coletazo de una discusión familiar, esas peleas que no tienen sentido porque nos peleamos por estar cerca y nos alejamos más. Con la cabeza como un trompo y el corazón latente decidí mandar un poco todo a la mierda y auto flagelarme con un tatuaje, el más grande hasta le fecha.
Ya más en paz conmigo, decidí que ya no iba a Argentina. A Clara le caía la sorpresa de que la hermana mayor se casaba, e íbamos a tener que ir (gasto) y que ella iba hacerle un buen regalo con la otra hermana (gasto), y que además no nos coincidían los días de vacaciones, así que empezamos a gestar un plan B para nuestro futuro, ella se iría con la amiga a Viena en febrero, previo gran aniversario nuestro (10 años) celebrado por todo lo alto en un hotel famoso de Barcelona, luego tendríamos que ir a Tenerife, y yo, seguía sin saber qué hacer, así que pensé en la vieja (que no le gusta que le llame así), en su presente, y en falta de ingresos, obviamente, en lo mucho que hacía que no la veía, así que saqué pasaje para Agosto.
Ya está hasta aquí los planes.
Luego surgió "camping" con los "chicos", un camping que sería sin carpas, sin asado y sin bolsas de dormir. Terminó siendo un departamento de AirBnb, de 4 habitaciones, comida pedida por apps móviles y Ubbers hasta las discotecas. Un finde por todo lo alto, que dolería a un bolsillo que, había pasado la ITV, y le había caído hacienda.
Clara me regaló otro tattoo, un flash de los Simpsons que me moría por estamparme, prometí ser más feliz y olvidarme de lo mal que me pone el dinero. Intenté cumplirlo, lo juro.
Vino Pepo de Brasil, me contó del viaje de los pibes de la Plaza a Pipa, que locura, la verdad es que me moría por estar, y por ser un boludo con la empresa no lo hice. Quizás algún día aprenda.
La pasamos bárbaro, fuimos a ver a La Yegros, tomamos ricos vermuts, Spritz y demás yerbas, como a nosotros nos gusta vivir la vida, en armonía y disfrutando.
El muy hijo de puta tenía una verruga horrible y negra en la panza, que le dije que se tenía que hacer ver en Formen.
Unos días más tarde, para su cumple, caí por la isla mágica, con mi corcel negro y metálico, pasamos unos días soñados, todo fue espectacular, la verdad es que me costó agarrar el barco de vuelta, quedé tan tocado como cuando vuelvo de Rosario.
En junio estuvimos por Tenerife, para mí fue un visto y no visto, dos noches bien cortas, una boda distinta, muy guapa, un una plantación de plátanos, con unas tapas muy isleñas y ricas. Mucha bebida, sobre todo Fernet para mí.
Antes de que finalice junio nos escapamos a Budapest, precioso, relajante, bello, y todo muy rico. Una muy buena opción para un caluroso verano, sus baños termales (turcos los mejores) son de obligada visita. Y apenas aterricé en Hungría (un sitio que quise ir siempre, o al menos desde que me enteré de la visita de Queen) recordé que a Pepo le volvían a abrir los siete puntos que le habían puesto en la panza allá por mayo, para limpiarle, por lo visto, los médicos habían visto algo feíto.
Al cabo de 3 días me enteré que todo había ido bien por Mallorca, que lo había acompañado el uruguayo y que de suvenir se había traído un par de tajos más, los dos en ambas ingles.
No lo entendí, porque a veces el Pepo te explica algo en un mensaje o audio y luego tira la bomba de humo por una semana, así que uno se olvida de lo que hablaba.
A todo esto caía mi mamá. No había algo tan esperado en mi cabeza desde hace tiempo.
Aeropuerto y para casa, por primera vez en este piso. Con terrible jet-lag y manija por aprovechar las horas me dijo de salir a caminar, debemos haber hechos 10 kilómetros.
La pasamos bárbaro, recorrimos Barcelona como pudimos o nos pintaba, estuvimos por Girona con Carlos, que como un valiente nos llevó a Cadaqués, si, en esa época, pobre tío.
Luego nos fuimos para Madrid, caímos en lo de Manolo, que se prestó a pasearnos por las tierras de los abuelos de mi vieja. Hicimos Salamanca, Segovia, y pueblos hermosos que nos recibían de fiesta.
Se fue la vieja dejando muchas deudas. Muchos platos por hacer, pero muy buenos momentos, de un gran viaje compartido. Deudas que no tienen valor cuando te enteras que un amigo tuyo tiene el cangrejito de mierda en su cuerpo (soy un poco cabulero, así que no me gusta nombrarlo), por esos días el Pepón nos dice que tiene metástasis, así, sin anestesia, o quizás el placebo fue que se volvió a enamorar.

Como seguir después de esto?
De la mejor manera, la elegida por él, nos vimos un par de semanas más tarde y nos dijo que, lo hablamos ahora y no después, que sigamos pasando los días de a mejor manera y con alegría, como si "eso" no existiera. Nos movimos lo necesario para lograr que su tratamiento arranque cuanto antes, y como él quiera. Nuestra casa ofrecida a tiempo completo y cuando quiera, pero apostó por su nueva historia de amor y se fue para Valencia.
Y todo esto en medio de una crisis de pareja. Con Mati tuvimos un par de encuentros que marcarían el rumbo de nuestra relación.
Estuvimos en Sant Pere como cada año, y que se repita. Me mandé una cagada de tío bueno con la ardi, ya pedí disculpas y luego de eso salimos por primera vez a navegar por el Mediterráneo con una embarcación.
A mi cumple acudieron Pepo, gracias, Clau y Andreu, gracias, Mati y Vivi, gracias, Laura (hermana mayor de Clara, por tanto cuñada) y Barna (su pareja húngara, por tanto su resplandeciente esposo), gracias, y el Sebas (compañero yorugua del laburo con el que compartimos muchas horas, pasiones y congruencias con lo vivido hasta aquí), su fiel escudero Juan (Misionero de chorro muy largo que conocí en el concierto gratuito en nuestro barrio, la Prospe "donde pasan las cosas", de Miss Bolivia) compañero de piso y socio de su equipo en el FIFA, gracias. Obviamente Clara, Lady, Oli y Beto. Gracias totales, me sentí muy complementado, junto con los muchos saludos, de familiares de allá y de acá, amigos de allá, y compañeros de acá. Me regalaron muchas cositas, pero el regalo más grande no fue el tocadiscos, que si lo fue por volumen, ni la emoción de ver a Darín en el teatro, el mejor regalo me lo hice yo. Me decidí por operarme la vista y fue lo mejor que podría haber hecho. Hace menos de un mes que lo estoy estrenando y es como un sueño cada día, es como una peli de ciencia ficción. Como te pueden disparar con un rayo y de un día para el otro vuelves a ver tan nítidamente como cuando tenía 13 años? Qué locura! como no lo hice antes? por la puta guita y la traba mental, pero como prometí, dejé de hacerme problema. Así que os lo recomiendo fehacientemente.
Hoy es 24 y hace una semana nos enteramos que Pepo va a ser papá. La vida es una locura y es hermoso estar vivo y correr ese riesgo.
Hoy es 24, cagué a pedos a mis amigos de allá por otra vez no acordarse de mi cumple, de yapa me llevé el aggiornarme que el padre de Carloncho, el señor Pérez, falleció hace un par de días.
Hoy es 24 y a eso de las doce menos diez hay que hacerse el distraído que nos dejarán muchos regalos, el mejor de todos es el presente.

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