Tocó otra vez, hoy llamaron a las 10hs.
Me preguntaron si había desayunado. Pues si!!!
¿A quién se le ocurre no hacerlo a esas terrorificas horas laborales? (No se hagan los chistosos y respondan: los parados, no es grato reirse de las desgracias ajenas)
La cuestión es que los listos dejaron que se caducará mis anteriores pruebas preoperatorias. Tuve que sacrificarme, y desde ese momento en que colgué, no comer más que agua (Se come?)
Decí que soy previsor y en vez de ir a las 17hs. como habían dicho, fui a las 16hs. (siiii, acompañado).
Fuimos a urgencias de traumatología, hermoso, un cuadro gore, donde prevalece más el color blanco, pero es igual de sangriento.
Me toco una placa de tórax.
Que una rubia (tarada, aburrida) me pinche la vena a la altura de la muñeca, sacrifique un par de pulseras, no encuentre la vena. Suba hasta la parte interior del codo, y ahí se cebe y me saque 2 pares de tubitos con mi hermosa sangre.
¿Te duele? y otras boludeces preguntaba.
Cuando se fue, notamos que de mi vena salía un tubito con una bifurcación, y de cada una, salía un recipiente distinto, aguantado cada uno con mini-pinzas de la ropa.
Será normal, pensamos. Pero al llegar mi neurocirujano, en su mejor andalú le pregunta: ¿Qué hase ese shico con eso en la vena shiquisha? Y la mema le dice que ya me abrió las vías (a mi me parecieron autopistas). A lo que el capo le retruca "lo operan el Viernes, hoy es solo un preOp!!"
Luego de ese misero error, me hicieron 2 placas más. Anteriormente me habían hecho unos electros, nuevos para mi ya que había cables hasta en los tobillos (lo que llevo a depilar más de lo pensado).
Una agradable tarde que concluyó 19.10hs pidiendo el justificante para la empresa pero con la alegría de haber terminado con exito otro paso más.
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