Decidí
reactualizar mi oído musical. ¿Cuántos de nosotros tenemos CDs? Pilas de ellos,
muchos llenándose de polvo, otros, los escogemos, miramos la portada, luego la
contra, para recordar un buen momento, pero a nuestra vista hay algún tema que
no se le escapa, no le gusta, le parece demasiado escuchado, se lo comunica al
cerebro y éste le da las directrices a los brazos para que las manos dejen
donde estaba anteriormente el objeto, y redireccionar la búsqueda y/o inquietud
hacía algo o más fresco o más lejano o distinto o, miles de “os” (letras “O”,
plural).
Se
dieron cuenta que cuando puse “ y/o inquietud” no suena del todo correcto,
sería “e/o inquietud”, pero como nunca lo vi así escrito prefiero guiarme por
los impulsos. Aquí sí dejo que eso ocurra, en la vida real, la única, no pasa
tan a menudo. ¿Dr., tiene turno para la semana pasada?
Y fue
allí, donde me dí cuenta que, si bien Fito dice que “las cosas tienen
movimiento” (y me gusta la idea de la transformación de las mismas), me
gustaría agregar “y también historias”. Ambas cosas son lógicas, casi
trivialidades, pero eso no nos compete. No hay juez aquí.
De la
torre de “Internacionales Varios” cogí: “Pensées concrètes” de Amélie
Angebault.
La piba
ésta, con nombre de peli de culto, nos cautivó una de esas noches mágicas, de
las que uno no espera nada y las cosas salen mejor de lo planeado.
Fuimos
(Clara y yo) con unos amigos (Agus y Mati) al concierto de una banda callejera que se la rebusca
habitualmente cerca de la catedral, se llaman Microguagua, son mestizaje, hay
argentinos, uruguayos, y demás yerbas. Tocan desde Marley hasta Todos Tus
Muertos, de a poco van metiendo sus temas, pero Los Cadillacs o Che Sudaka
(otra banda del mismo estilo, en la que se reflejan) son las que más aparecen.
El
sitio quedaba en el Raval, pequeño salón, quizás a priori no pensaban llenar,
donde entrada bien la noche, no cabía un alfiler, no se podía respirar y se había
transformado en un sauna, y los carbones… los humanos.
La
recaudación (míseros 3 € por cabeza) eran para las mujeres de los mineros de
Bolivia. Sin palabras.
De
telonera, esta niña que se asomaba al postigo de ser una mujer, o al menos su
fragilidad, dulzura o suavidad, daban
esa impresión. Sus temas hipnotizaban, y al acabar la función decidimos
comprarle su arte.
De la
columna “Nacionales y españoles” cayó Guasones, Gira por España 2012.
¿Les
hablé de este viaje? Algo les dejé ver en el texto “Cuatro Marcas” (dejo link
por si quieren chequear). Brevemente, para navidades Mati me regaló la entrada
para ir a verlos a Madrid, hacían de teloneros de M-Clan (Bored), fuimos en bondi, me leí un libro entero de Fabio
Volo, él comenzó a leer un libro olvidado que nunca pudo terminar y aun
buscamos por las librerías. Llegamos justísimo, encima había que cambiar tickets
para la vuelta, encima la capital se veía azotada por una huelga del transporte
público. Lengua afuera, unos cubatas y a la pista. Facundo mostró rock durante
lo que le permitieron 45 minutos muy Stones. Felicidad. Volvemos a las casillas
nuestras, vamos por otros tragos, preguntamos por los camarines, y el que nos
guió nos regaló este CD. Bah, éste no, el de Mati, que le ofrecí como regalo
navideño. El mío, éste, el que escucho, me lo dio el batería de Guasones, que
tenía muy buena onda con mi compañero y que además, nos facilitó su pulserita
para entrar a los VIPS. Noche redonda. Anécdota para enmarcar.
Del sector “Rolling Stones”, December’s
Childrens. Nada del otro mundo, una buena oferta del FNAC, 4 por 20€,
opté por comenzar a integrar mi mermada colección desde lo más profundo de la
historia musical de la banda, así que seleccioné 4 de los primeros que más
adelante irán viendo.
Imperdible en el video a Keith con gafas!
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