Sé libre. Di lo que piensas, explica lo que crees pensar, con pelos y señales, con ganas, fuerza y decisión.
Eso dicen que hagamos, nos lo dice nuestra cabeza, algunas madres y personas valientes que estan dispuestas a recibir un tortón a consecuencia de sus palabras.
Gente sabia asegura que se puede decir cualquier cosa por mala que sea, el secreto es cuidar las formas... Yo no lo se, por lo visto tengo muy malas formas que aunque piense que son las mejores que podrian existir, siguen siendo malas.
Pero vamos a ver, se supone que la gente (en general, me refiero a lo que pasa normalmente) quiere sinceridad, realidad, solo existen unos pocos valientes que dicen que en realidad lo que quieren es estar bien y "ojos que no ven, mierda que pisas o corazon que no siente".
Voy a ser seria, realmente quieres que por ejemplo tu pareja sea sincera de verdad? Imaginemos que de repente reluce la sinceridad y te dice "amor, en realidad te llamo amor por que se lo llamaba a mi antigua pareja y me recuerda a los momentos tan bonitos que pase con el/ella, creo que lo unico que me ofreces es estabilidad y aunque te quiero, pienso que nunca tendre emociones fuertes a tu lado y eres mas soso/a que una piedra, en realidad provoco el "choque" de miradas con lq gente para encontrar a la emocion que busco. No te preocupes porque nunca te dejare aunque no te puedo jurr fidelidad. Y por cierto, no estaria de mas que cuidases un poco mas tu imagen, AMOR"
Vale, lo he llevado al extremo todo, pero es solo para reaccionar y pensar, la verdad nos hara libres si sabemos llevarla, si no se nos acumulan las mentirijillas piadositas que se nos escapan casi inconscientemente. Yo, no puedo ser sincera, me quedaria sola, pero no puedo ser sincera porque como he dicho aun no me controlo, sigo siendo una bestia adolescente que dice las cosas tal cual se piensan, voy practicando mis maneras, poco a poco todo sale a la luz y la mierda, mierda es aunque la maquillemos y disfracemos.
Por ultimo, me considero una persona sincera, pero lo podria ser aun mas, considero que a veces hay personas que no pueden con la verdad, es demasiado para ellos, entonces solo hay quebesperar que esas personas esten realmente preparadas para escuchar lo que realmente importa que es: LA VERDAD
viernes, 27 de abril de 2012
La verdad, ese gran desconocido
lunes, 16 de abril de 2012
medio mes más tarde
Estamos en el post!!! Asi es, ya ha pasado lo más complicado.
Los
dolores se van disipando, recién ahora. La primer semana, la de cautiverio, fue
negativa en un par de sentidos, notaba que la gamba no respondía y había que
compenetrarnos con la “cuidadora”.
Con
respecto a lo primero, luego de un par de consultas a un par de profesionales,
se relajó, si bien hay mañanas que me levanto con dolor, con el correr del
tiempo, calentamiento del músculo y algo de ejercicio, se me va olvidando.
Con
respecto a lo segundo, creo que de la misma manera que la operación, nunca
pensé que pasaría, que pase y ya esta. Y a excepción de una tarde mala, el
resto de los días has sido espectaculares.
He
tenido un menú híper variado, en casi todas las ocasiones, digno de fotografía.
Colores, mezclas, sabores, variedad, frescura. Le dije a la colegüi que tendría
que haber volcado sus recetas en este espacio. Para recordarlo, para repetirlo,
para tentar a los gulas como yo.
Del
disfraz de cocinera saltaba al de enfermera, con las curas de la cicatriz, con
la toma de medicamentos, con su impagable compromiso porque mis pies no pasen frío
o su inigualable compañía (y también espacios).
Retomemos
por parte.
En la
primer semana tuve que acomodar mucho la cabeza para pensar continuamente en el
confort de las posturas. Almohadones para las sillas, encontrar la correcta,
ponerme un suplemento bajo los pies para tener las rodillas un flexionadas un
poco más altas. Re-asignar el sitio de la cama. Prevenir los golpes, las
caricias, los toques. Repetir el trato con la silla para con el sofá sin tener
la posibilidad de cambiar como de sillas. Que ganas tengo de hacer un fogón con
él. Pobre, me salvó en su momento pero es tan poco ergonómico ahora.
Continuar
con el horario “hospital” y ponerle muchas ganas a esta caja de zapatos que fue
mi calabozo.
Tuve
visitas, llamados, apoyo, regalos, mates, futbol, películas, lecturas, series,
mucha Internet y un juego que se convirtió en adictivo “Apalabrados” (es una
aplicación para smartphones, que simula al famoso Scrable entre un amigo u
oponente aleatorio y tu).
De a
poco he podido ir haciendo más cosas, comencé a lavar uno o dos platos, recoger
algo de la mesa, calzarme, ponerme los calcetines, todas cosas que parecen
sencillas pero cuando uno tiene un pseudo-corsé se vuelven complicadas.
El
jueves 12 era el día que se decidía mi libertad, que me quitaban los puntos y que
me iba a poder sacar la mayor parte mis dudas.
Llegamos
puntuales, no tuvimos que esperar mucho, el neurocirujano que me había
intervenido ya había vuelto al trabajo y estaba ahí para poder lanzarle todos
mis dubitativos dardos. (Un estornudo me acaba de sorprender y recordar que es
de las cosas que más me duelen aun)
A
traición, la enfermera iba quitando de 4 en 4 las grapas hasta repetir la
operación unas 5 veces. Me subieron los colores, me cayeron las gotas de
transpiración.
Mientras,
el doctor me iba diciendo: no podes tomar sol en la zona, nada de moto, sin
natación, el mar en verano, futbol dentro de medio año y así.
Gracias
muy buenas y hasta la próxima, dentro de 2 meses.
Primera
caminata, la calle honrada con este galardón fue Río de Janeiro. Hicimos una
linda y rara travesía, tranquila, un solo escalón me recordó que hay algo por ahí
en la espalda que falta. Fuimos al centro comercial Heron City y de ahí al
Corte Inglés. Hamburguesas vegetarianas y para casa.
Era jueves,
ósea que cobarde. Mati pasaría por mí para tomar unos mates y “ver que hacemos
con todo esto”, una forma sutil de intentar mejorar nuestros mundos.
Fuimos
a la Maquinista,
una muy buena vuelta y terminamos adornando nuestros estómagos con unos
chipirones, bravas, aliñadas y, como no sabíamos que pedir de menos de 5 euros,
cayeron unas morcillitas, Versalles nuestro alimentador.
Pa’
casa a ver una peli aburrida “de otra manera” o al menos intentarlo.
El
viernes fui al Gym! Jajaja! Lisandro haría un chiste con esta frase! Cancelé mi
suscripción por un par de meses, planeamos ir al Diagonal Mar (otro centro
comercial), pero el día estaba empeorando y se hacía más tarde. Caminamos por
el interior de Sagrera, ahora “La
Sagrera” (Gran idea por parte de la alcaldía, en estos
tiempos de crisis han tenido que cambiar los letreros, los indicadores de todos
los metros y todos los planos de buses de toda la ciudad. Aplausos!), subimos,
recortamos, doblamos y fuimos a parar al puente de Drac. Otra vez en casa.
Por la
tarde, luego de que Clari fuera a la
Uni, pasamos por el Carrefour. Compramos palomitas de colores
para la peli de la sesión golfa.
Luego
del desayuno, orden de casa y demás, ejercitamos las piernitas yendo hasta
Fabra i Puig, subimos hasta el Springfield, cortamos por Arnau d’Oms, y
volvimos para el aperitivo. Por la tarde llovió, ósea que a mirarlo desde la
ventana. Ahora recuerdo que el viernes tuve la visita del lampista para “arreglar”
la cisterna, solo quedo en infinitivo.
El Barça
jugaba a las 22, ósea que a meterle pilas a inglés y a correr por los Dorüms! Y
otra peli.
Domingo
soleado, invitaba a recorrer la vereda del río. Estuvimos un buen rato, leímos
disfrutamos del sol y levantamos campamento justo antes de otra tormenta de
estas intermitentes. Comimos, he hicimos lo más español de España: la siesta.
Hoy
tocaba pasar por el Cap a buscar el parte de baja, paseamos por el barrio, un
barrio que quería re-descubrir en horas laborales. La verdad que hoy me lleve
una amarga sorpresa (bah, 2), el mercado esta en decadencia, las tiendas vacías,
la gente no esta ni en los bares, no sé, al final esta palabra caló hondo,
CRISIS.
martes, 10 de abril de 2012
Op Op (Final)
Día de
las Malvinas
El dos
de abril de hace treinta años, al parecer, estaba en la misma ciudad que hoy. Cuantos
años no? Que de vueltas da la vida.
Sonámbulos,
pero con una rica charla entre ingesta de desayuno y risas, fuimos recordando
los pormenores de la noche anterior. Carlos esperaría a que me visitara el
médico. Quizás me daba el alta. Me duché, de parado. Volví a la cama queriendo
dormir por cansancio pero con ganas de seguir hablando con el tío. Apareció el
colegiado, descubrió la herida, un cambio en las imágenes, no tengo puntos sino
grapas.
La
inventiva del diseñador gráfico la comparó con una cremallera. No quiero verla.
Rutinarios
movimientos en las extremidades inferiores y el veredicto: hasta el miércoles
te quedas aquí.
Por mi
mejor, estaba cómodo, cuidado, descansado y
a dos pasos de la solución a cualquier dolor que pudiera presentarse.
Terminada
la exploración Carlos rogaría que al llegar al coche no lo sorprenda una
mañanera multa, para así seguir su camino hacia Santa Coloma del Fernet con
saldo positivo.
Hora de
comer, Clara vendría agitada, con el router inalámbrico en mano, esta noche no
hay futbol, hay pasión. Tanto el Barça como el Madrid son la opera, futbol
podría ser el que la noche anterior nos brindó la tele pública, Pericos
intentando hundir aun más al submarino amarillo, pero pasión indescriptible es
ver Central en la “B”!!!
Kilómetros
nos separan pero nunca dejo de estar él para mi y yo para él. Me da igual los
jugadores, los directivos, los robos, las mutilaciones que sufrimos, ese latir,
esa gente, esos colores son algo más, estar vivo es ponerse la camiseta y dejar
que el corazón se revuelque en la gloría de un gol o se desmelene intentando
corear las canciones, imitando estar ahí si no se esta. Revolear algo si vas
perdiendo, gritar más fuerte que es el amor más real que existe, que a mí nunca
me cagó, que me desconecta la cabeza, que sufrirlo me hace feliz. Piensen lo
que quieran, es lo que hay y no voy a discutir.
Pasamos
la tarde y por la tarde pasaron Vale y Rafa. Con casco en mano, mates y la
auriazul en la mochila aterrizaría Mati, el guardián de esa noche.
Como caía
la noche nos íbamos despidiendo de todos hasta quedar los 3 unidos en un
cuadrado de dos por dos.
Mi
compañero me comentaba con alegría su primera experiencia con moto propia por
Barcelona, los pequeños detalles que a ojos experimentados parecen aún más pequeños.
Salir del concesionario y no saber donde esta la próxima gasolinera, por donde
se mete la manguera, como cambiar la dirección de una avenida o los riesgos de
la ronda en un lunes laboral a la hora en que todos salen despavoridos de sus
trabajos a sus casas.
Hablamos
de sus últimos días, de lo difícil del amor, de los proyectos y de otras
hierbas.
Las
veintidós hora local, golpearon a la puerta, los dedos se enredaban por
conectar y no perder un minuto de lo que pasaba al otro lado del charco con el
nuestro.
Nos habíamos
olvidado de un detalle importantísimo. Esa tarde no pude detectar que un
llamado que venia de Rosario era de mi viejo, lo atendí. Listo. Perdimos.
Cabalas,
no sabíamos que existía esta coincidencia hasta que el viejo me la batió días atrás.
Desde que habíamos hablado y perdido con Instituto la última vez, nunca más lo habíamos
vuelto a repetir. Hasta hoy.
Somos
un equipo, no nos podemos desconcentrar así!!! Perdón Canayas, fuimos nosotros.
Igual
como plateista tengo que decir que no jugamos a nada. Como hincha de la popular
tengo que agregar que si a Central le dejaban entrar 15 mil personas otra cosa
hubiese pasado.
Nos
acomodamos para sacarnos el gusto de la derrota con una película.
Estamos
juntos
Así se
llamaba la peli argento-brasileña que vimos. Un poco rollo. Actuaba el hijo del
gordo Caseros, haciendo de langa cogedor. La protagonista tenía un quilombo bárbaro
en la cabeza, pero dejémoslo ahí, la compañía del martes se prolongó hasta la
tarde. Hablamos mucho y variado. Bajamos a comprar el periódico (La Vanguardia), a tomar
café, a comer, a ver la lluvia, a lo que sea, había que agarrar envión.
Intentamos ver al mediodía “Around the bend”, se nos sigue negando. Hicimos
otra vez enroque, Clarita venia a pasar la que sería la última noche. Los
vecinos, con los que habíamos entrado en confianza, nos dejaron unos buenos
trozos de una coca casera, espectacular!
No teníamos
pajarita pero por la noche nos dejaban entrar en el gallinero para ver Barça-Milán.
Placentero. Lo malo es que tuvimos un poco de nervios de pareja y se nos aguo
un poco el momento. Por la noche intentamos ver una peli yanqui infumable que
voy a poner el nombre solo para que no caigan en la desgracia de verla. Stuck
Between stations.
A todo
esto
Hubo
una continua comunicación vía mail, Skype y principalmente, telefónica con las
señoritas del hogar rosarino que me acunó tantos años. Me puse varias veces en
sus pieles, debe ser muy feo estar tan lejos de alguien que queres y que la
esta pasando mal.
Miércoles
de resurrección. También de recogimiento, tuvimos que hacer las maletas. Paso
el médico, ni me miró. Estaba en la ducha. Me dijo que a las 12hs me alcanzarían
los papeles y un par de indicaciones muy básicas.
Nos
sentamos junto a David en el pasillo de la planta a ver la función del circo
que afuera armaban los enfermeros, médicos, visitas, enfermos y celadores entre
otros. Nos enteramos bien de lo que le había pasado al vecinito, una pelea con
su ex, vuelta en coche, el copiloto se durmió y el copió el gesto. Termino
expulsado del coche a 20
metros, no tenía cinturón puesto, raro. El amigo ileso,
orto. Tiene que jugar la lotería ya.
Llegó
la hora señalada y más puntual que un AVE me trajeron el sobre con el alta y
las indicaciones a seguir. Caja de bombones en mano, pasamos por enfermería,
adiós muy buenas, muchas gracias por todo. El taxi se mojaba mientras mis ojos
volvían a hacerse con el movimiento de la ciudad. Lento y gris fue mi volver,
pero volví.
domingo, 8 de abril de 2012
Op. Op (3 parte)
Toma de
contacto con otra realidad.
La
vejiga llena y uno sin poder levantarse! Tendría que comenzar a pedir por un
papagayo para poder orinar! Que vergüenza!
Por
suerte más tarde volvería Matías, mi humillación sería un poco más cálida.
Gloria
y Clara (que lindos nombres!) se marchan orgullosas de haber hecho un buen
trabajo. Me las imagino cansadas, raras, aburridas. Pobre Clari.
No me
acuerdo que cené. Pero sabía que no quería llenar mis intestinos, mi nueva
misión era aguantar hasta que pudiera valerme para sentarme en el inodoro.
No hubo
pelis ni largas charlas.
Hasta
Mati que tiene grandes problemas para dormir lo logró a la primera.
Esa
noche alrededor de las tres, se presentaría el nuevo compañero de cuarto.
DAVID
Así se
llama el paciente que se acostaba al lado mío.
No lo vi
hasta la tarde del sábado, tenía más visitas que el Vaticano. Ni lo escuchaba a
él.
Me
desperté con hambre, el yogur de la noche lo tenía desintegrado. Me toco café,
zumo y para masticar, pan con mermelada y queso.
La
tarde anterior había venido Jordi, un compañero del trabajo, según Matías, el
más honrado y humilde de la empresa. Esta un poco grillado, pero conmigo tiene
un comportamiento intachable. Sabe que nos necesitamos mutuamente, por tanto,
no me mete tantos palos en las ruedas como a los demás colegas.
Al mediodía
se realizo el relevo, volvieron Clari, mejor dormida y su escolta fiel.
Con el
correr de los minutos ya nos íbamos enterando de que el vecino venia de la UCI, que había estado en coma
dos semanas, que tenía una pierna rota y otro daño a la altura de los brazos.
Accidente de coche.
Tuve un
día bastante molesto. Me ducharon en la cama dos enfermeras. Trataron con
agresividad mis partes. Solo contaba los minutos para que llegará la noche y
con ella, el futbol precioso de la banda del Pep.
Fueron
a un cajero y me cargaron minutos en el televisor de la habitación, se hicieron
las diez y los de la tele los boludos! Iban a pasar el Madrid que había jugado
dos horas antes en el horario donde el Barça estaba jugando en vivo y en
riguroso directo! Y yo sin mi ordenador! Que sal! Para colmo de males, una simpática
enfermera al entretiempo del partido en diferido, del cual yo desconocía
resultado, sentenció el resultado del mismo. Una almohada por favor y mañana
será otro día.
Domingo.
Estoy
recordando que mientras me pegaba una buena siesta mañanera el sábado, vino el
médico que reemplazaba al escultor de mi espalda, y me hizo mover el piecito,
me explico cuando volvería a verme y cuando calculaba que me iba a dar el alta.
Me
encontraba mejor. La comida estaba rica, Canelones y cerdo a la plancha o algo
así.
Mientras
hincaba los dientes reapareció Gloria para darle un poco de ánimos a su hija,
salieron a comer, leyeron, hicieron sopas de letras, vieron la tele, etc.
Hablando
de esa asquerosa cosa… no pudieron conmigo! No tome un solo día sopa! Se las
ingeniaron para hacerme puré con el caldo o hervir el pollo allí, pero yo, con
cuchara, no la tragué!
A este
día lo podemos denominar el día de las visitas.
Vinieron
un montón. Apareció Tony con Jordi y Yanina. Soleados de playa. Con regalitos
canallas. Vino mi mentora, Montse. Se dio el lujo de darme la cena! A todo esto
desapareció el turno sofocado de la mañana. Se pasó un rato Irace, que aunque
no le haya podido dar mucha bola hizo buenas migas con mi tío. El cuidador de
esa noche.
Que
noche!
No
miento si les cuento que me asusté, pensé que nos echaban a patadas. Y nivel
sonoro de los ronquidos del tío llego a cotas muy altas. No sé cuantos
decibelios, pero muchos. Encima tenía los auriculares puestos, parecía una
burla, oigan lo que les doy, yo no.
Es
normal que con semejante panorama David se levantará en mitad de la noche con
una fuerza desmedida e intentará huir. Para suerte de todos, dormía atado.
sábado, 7 de abril de 2012
Op. Op. (segunda parte)
Capítulo
nebuloso.
Dentro
de la bóveda hay media docena de blocs. Te estacionan, nunca mejor dicho, te
aparcan y a la vez te cambian de clima. Una frazada que tira aire caliente y un
montón de relojitos te rodean.
Empiezan
a presentarse los especialistas.
Primero/a:
la ingeniera civil, se dedica abrir vías por tus muñecas.
Segundo:
un anestesista híper-mega tatuado.
Tercero:
El Sr. Neuro (preguntando otra vez que pierna era. Sin querer equivocarme le
digo que la izquierda. Menos mal que no soy disléxico)
Cuarto:
Mrs. Pain que se pensaba que yo tenia poderes. Me dijo si la recordaba. Y yo le
dije que así, era imposible. Solo se le veían los ojos. Me explicó que ella era
la que me había atendido en la clínica del dolor. A bueno.
Quinto:
ZZZzzzzZZZZ no sé en que momento fue, pero fue a traición. Ya no era yo. O
realmente era yo? Nunca me queda claro quien es el que manda entre los
conscientes y sus antagónicos.
July en
Sky with Diamonds
Si esto
fuera un libro tendríamos que recomendar a esta altura que vayan comprando el
de otros autores para completar la historia.
Si los
otros autores tendrían Blogs, ahora los podría “linkear” hacia ellos, para que
cuenten lo que yo no podré. La parte del papelón.
Retoma
mi lucidez cuando me encuentro pidiendo morfina en un sitio raro con la inmensa
sensación de que me habían ejecutado por la espalda con un cañón.
Sister
Morphine intenta calmar mi padecer. Nursery Morphine al fin, lo hace. Floto. No
siento ni soy. Todo es ciencia ficción.
Cuando
me “re-establecen”, se acerca una enfermera me mete una plancha de madera por
la espalda y con el cuidado de una madre con la yema del huevo frito para su
hijo, me coloca en otra cama con la que me hará otro tour.
Ahí es
justo cuando me reencuentro con mis guardianes. A una la veo casi emocionada,
al otro silenciándome, advirtiéndome que teníamos que hablar, que no haga más
papelones.
Vuelta
al cuarto. Me explican mi derrame vocal. Me río. Les cuento algo de lo que
recuerdo. Me duermo, él se va, ella se queda.
Cuando
despierto veo a madre e hija acompañándose.
Siento
mucha presión en el pecho. Se lo comunico a la enfermera de turno que pasa de mí
como de un perro de la calle.
Intento
calmarme, cierro los ojos y zas!! Me viene una arcada descomunal! De no ser por
los reflejos de Clarita aun nos estarían duchando para sacarnos el vomito. La
anestesia quedo cercada en una milagrosa bolsa de nylon.
Me
siento mejor.
viernes, 6 de abril de 2012
Operación: Operación
Preámbulo.
Llegamos,
en coche. De "estranguis", era la vaga.
Hacia
un día irrepetible como tantos otros.
La
admisión fue fácil. La mía y la de la administrativa que nos dio de alta.
Como si
de un hotel se tratara, te explican el confort y los horarios, pero no te dan
llave ni tarjeta. Te cuelgan una pulserita “all inclusive”. Barra libre de analgésicos.
El
primer pinchazo de la semana es para un banco de sangre, nadie me había avisado o sea que si alguien fue receptor de mi fluido, también ha sido benefactor de
los residuos de una exquisita marihuana que la noche anterior se coló en el
concierto que AC/DC simulaba estar en River, pero estaban en casa.
Salimos
a tomar aire, más bien, envión.
El
parque lucia raro, triste, patio de desocupados.
Los
llamados finalizaron minutos antes de que aceptara mi nueva vestimenta.
La cena
esta servida. Clara se sube a la cama y yo a un sueño que durará más o menos 3
días.
Capitulo
1.
No son
las ocho. Matías se asoma sonriente por la puerta, creo que ya estoy duchado
con un avinagrado desinfectante. El vecino de habitación duerme placidamente,
hoy es el último de sus 45 días de cautiverio. Sus marcas muestran la batalla
librada. Lo reclutaron 5 veces para el quirófano, siempre en primera línea.
Camaleonicamente
mi bata ahora sube de tono. Indica: ahí va.
Aparcan
otra cama junto a la caliente. Su conductor, un rockero "old fashioned", tiene
muy buena onda además de un curioso olor a quintillo.
Brevemente
conversamos sobre ese estilo de música que tanto nos gusta, me pregunta si
conozco Rata Blanca, le retruco que hace un tiempo los vi junto a Barón Rojo en
un pueblo perdido de Albacete, levanta la mano con forma de “cuernitos”. Hemos
conectado. Me subo mientras escucho que le da instrucciones de uso, del hospital
a lo que queda de Clara y un atento Irace. Comienza el viaje. Voy del revés,
con la cabeza delante, mirando las greñas del rocker, por mis “wines” no hacen
mas que pasar imágenes veloces, voraces, coloridas, silenciosas.
Frena.
Beso su boca, me besan la frente. No puedo sacar las manos de debajo de la
manta. Al final de la habitación hay como un buzón, como la boca de un horno de
pan.
La cama
clava sus ruedas en la guía. Mi cuerpo pasa a otra atmosfera. El pelilargo se
queda de un lado de la cristalera que no es el mío. Asoma la cabeza y grita:
Rata Blanca!!!
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