jueves, 6 de octubre de 2011

La verdad es que siempre me lío, no sé cómo empezar esta historia, la he contado demasiadas veces y tengo miedo de que pierda encanto, aunque en realidad las cosas buenas, buenas siguen siendo siempre, buenas seguirán si las cuentas con el mismo entusiasmo, seguridad, complejidad, sensatez, alegría de siempre.

A veces nos encontramos en momentos raros, complejos y sobretodo distintos, nos extrañamos por la sensación nueva que sentimos y enseguida nos ponemos a la defensiva con los demás y con nosotros mismos “algo raro pasa aquí” nos decimos, todo por experiencias nuevas. Nos solemos quejar de la rutina, a menudo nos cansamos de hacer cada día lo mismo, cada día la misma tostada, cada día la misma miel, los mismos platos, las mismas caras, la misma comida… Solicitamos un cambio, y vemos que ese cambio puede cobrar diferentes formas y se puede hacer realidad de diferentes maneras. En el ámbito de la pareja, ese cambio puede darse gracias a un nuevo juguete sexual , hombre, no siempre arregla todos los problemas de la pareja pero al menos habrán un seguido de días que ambas partes lucirán una plena sonrisa y una vida sexual más o menos sana según qué pareja y de quiénes se traten.

Normalmente creemos que no nos van a entender cuando hablamos, nos comprenden, y es cuando nos damos cuenta de que no somos tan únicos cómo nos creemos, algún día necesitaremos de verdad que nos comprendan, en cambio ese día nadie nos comprenderá. Algún día necesitaremos hablar pero no hablaremos, las palabras parecerán agarrarse a las paredes de la garganta y no saldrán, otras veces en cambio hablamos demasiado y decimos cosas poco oportunas para el momento, lugar o persona que tenemos en frente.

Pensaba que iba a ser el día en el que por fin te contara la historia que tanto me ha cambiado, me cambió y me cambia... Pensaba que las palabras me llevarían al destino que había creado en mi mente, pero veo que como siempre, escapo de todo lo que sea abrir mi corazón. La paciencia no siempre nos riega a todos para que crezcamos como debemos, la paciencia a lo mejor no está contigo cuando estás en frente mío para escucharme, algún día dejaré de ser cobarde y mostraré mi interior sin desviarme inconscientemente (en algunas ocasiones) del camino a seguir.

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