Dura,
decorada, rabiosa y “aguardante”. Sin expresión, maldita, muerta, seca, amada,
endiosada, real, futuro, odiada, besada, enterrada, fría. Muerte.
Por más
que navegues en negras telas con hermosos mares de fondo, no eres más que el
testigo de algo que ya no es (y además, en un tiempo no serás).
Es
bueno verte de vez en cuando para saber a donde vamos sin querer. Habrás
querido? Quien no amó?
Y por
otro lado, la frescura, la ternura, esos pétalos rociados, ese corazón carnoso,
ese tallo mordido, ese estar al lado de una botella de vino, a la luz de un
fuego que dos amantes mantienen. Tu sombra erguida queda mientras las figuras
se desparraman.
Vida y
muerte, amor y odio. Siempre dos. Como al principio, como primates, como las
cosas pares.
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